Retos y soluciones para la implementación del Código de Red
El Código de Red, regulación que entró en vigor en el 2019, representa un cambio importante para la industria eléctrica de México. Con los nuevos estándares establecidos para mejorar la confiabilidad de los sistemas eléctricos, expandir la red y monitorearla en todo momento, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) pretende construir una mejor relación entre los generadores de energía y los consumidores para minimizar las fallas.
Debido a que el incumplimiento significan importantes sanciones y hasta una eventual desconexión del sistema, todas las empresas con un consumo mayor a 1 MW y/o que estén conectadas en un voltaje mayor a 69 kW no pueden permitirse el no adherirse a la ley.
Por supuesto, esta nueva implementación representa un reto enorme para todas las compañías; por eso, en esta ocasión, nuestro coordinador de Código de Red, Nervelio Rodríguez, nos adentra en la regulación y ofrece las claves del éxito para afrontar este desafío.
¿Qué es lo que le está faltando a la mayoría de las empresas durante su preparación para implementar el Código de Red?
Con la mayoría de las empresas con las que hemos trabajado, que en apariencia están en cumplimiento, hemos encontrado que sí faltan cosas cuando hacemos un análisis más profundo en los equipos y los estudios que tienen y empezamos a montar los modelos matemáticos en el software adecuado. A veces, su sistema de comunicación no está completo, los medidores no son los correctos y hay que cambiar todo el sistema de medición para la liquidación; además, los sistemas para la protección de las instalaciones a veces no están debidamente coordinados o no cubren la totalidad de las posibles fallas.
Entonces, muchas tienen bastantes problemas que requieren una inversión importante para entrar en condición de cumplimiento.
¿Cuáles crees que son las claves para alcanzar el éxito en este sentido?
Primero, deben compartirnos la información solicitada. A veces, las empresas, ya no tienen la requerida, los diagramas unifilares no están actualizados o cuentan ya con equipos distintos. Por otro lado, algunas otras, erróneamente, se desentienden al entregar todo. Pero —para que el trabajo sea el mejor posible— se requiere de una cooperación total: si hubo alguna actualización en los unifilares, si hay algún documento de un equipo importante (como un motor de más de 500 hp instalado) es necesario que nos lo compartan. En ocasiones, nosotros buscamos con los proveedores anteriores, pero esta información no es tan asequible.
En suma, un diagrama unifilar actualizado es un buen punto de partida para realizar un trabajo de calidad más rápido. Lo más importante es que desarrollemos una sinergia con los clientes para que nos brinden el apoyo que nos permita adentrarnos en su sistema. De esta manera, podremos determinar con precisión las soluciones técnicas a implementar para que puedan entrar en condición de cumplimiento.
Además de lo técnico, ¿consideras que una compañía debe emprender otro tipo de esfuerzo para asegurar una correcta implementación?
Sí. El Código de Red no termina cuando se hace la implementación, ni tampoco cuando se encuentran las soluciones técnicas y se hace la medición posterior para determinar el cumplimiento. Se trata de un proceso que se mantiene tanto por el deterioro de los equipos como por algunos aspectos de la regulación que obligan el cumplimiento de otros requisitos; por ejemplo, el tema de las comunicaciones, específicamente el tiempo que los canales pueden estar fuera de servicio, lo cual depende de los niveles de voltaje de cada uno de los centros de carga. También hay otras condiciones que se deben atender, como el envejecimiento de los equipos, pues hemos hallado algunos unos que les quedan apenas unos diez años de vida. Quizá en este momento no sea necesaria una sustitución; pero, como especialistas, debemos proponer un plan para cuando se acerque la fecha.
La implementación no puede quedarse como un papel archivado. Posteriormente, con un nivel de gasto más bajo, se le da un seguimiento para garantizar que la empresa no se salga de las especificaciones técnicas.
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¿Qué consejos podrías darle a una empresa que está por iniciar el proceso?
El principal sería que revisen muy bien a los proveedores. Nos hemos encontrado que, en muchos casos, la parte técnica es la que evalúa a quienes entran a la licitación, pero quien decide es Compras. Al final, el primer criterio ya no se toma tanto en cuenta. Nos ha tocado rehacer trabajos porque Compras optó por el proveedor más económico, dejando de lado el gran peso que tiene la parte técnica. Cuando nos encontramos con un trabajo incompleto, hay que volver a hacerlo desde cero, ya que los análisis fueron hechos inadecuadamente, la información es incorrecta o los proveedores no quieren compartir las bases de datos. Todo esto representa un gasto doble para la empresa.
Lo más importante es que haya una investigación para determinar si el proveedor ofrece una solución integral, pues solamente puede ser parcial si se revisa únicamente el tema de la calidad de energía, algo ya muy trillado desde antes de la implementación del Código de Red. Esta implementación va más allá de lo anterior. No hay duda de que la calidad de energía es muy importante, pero los demás aspectos también lo son, y a veces no hay buenas lecturas e interpretaciones al respecto. La mejor alternativa es un grupo de expertos que pueda abarcar todo lo que implica el Código de Red.
Finalmente, ¿cómo ves el panorama de la implementación del Código de Red?
A pesar de que ha habido bastante divulgación sobre el tema, mi percepción es que la implementación ha sido muy lenta, derivado quizá de la falta de seguridad de que en algún momento se pueda exigir, además de que no habido ningún tipo de sanción de parte de la CRE —encargada del cumplimiento— a empresas que no hayan cumplido, o al menos no se ha hecho público. De cualquier manera, sí ha habido un incremento últimamente debido a que las compañías desean comprar ahora la energía ya no a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sino a proveedores de servicios calificados; pero, aun así, este aumento no ha sido suficiente.
A raíz de las situaciones que recientemente han tenido lugar con el tema de la energía eléctrica, creo que en breve empezaremos a ver una mayor preocupación de los usuarios por cumplir porque, para poder declararse como usuario calificado, tendrán que entrar en condición de cumplimiento.
La intervención de los organismos que rigen el Código de Red será fundamental para su cumplimiento. También hay que recordar que la implementación implica el uso de recursos financieros que antes no eran considerados. No sé si tengan que pasar dos o tres años; pero, inevitablemente, por las condiciones del Sistema Eléctrico Nacional, todo mundo tendrá que implementarlo tarde o temprano.
