Manejo de vegetación en sistemas de distribución eléctrica
La poda de árboles y otras formas de manejo de la vegetación en sistemas de distribución eléctrica se están volviendo cada vez más críticas en la operación segura y efectiva de las líneas de transmisión y los servicios relacionados. Esta práctica incluye la eliminación efectiva del crecimiento de plantas no deseadas en las áreas que rodean la operación de, en este caso, los servicios eléctricos. Aunque se trata de algo vital, estamos hablando de una actividad demandante y un poco complicada de llevar a cabo.
¿Qué es y por qué es importante?
El manejo de la vegetación se refiere al control y la eliminación de la vegetación no deseada. Incluye la identificación y eliminación de árboles peligrosos, la implementación de estrategias para minimizar el establecimiento de especies incompatibles debajo y cerca de las líneas eléctricas y el control de malezas. Es un asunto serio, pues es más que simplemente podar árboles: es hacer que las líneas eléctricas sean más seguras para todos.
El suministro eléctrico puede verse interrumpido cuando las ramas de los árboles o el crecimiento de las plantas interfieren con las líneas eléctricas aéreas. Esto puede causar cortes de energía, lo que genera gastos adicionales, inconvenientes para el cliente y, en el peor de los casos, incendios.
Eliminar la vegetación no deseada de las estructuras tiene un trasfondo estético y de seguridad. Además de que las hierbas malas no son placenteras a la vista, también causan muchos problemas.
La vegetación no deseada puede servir como área de refugio para pájaros y roedores, así como para insectos que pican, mosquitos, avispas y abejas. Dichos animales pueden causar daños en la construcción y los equipos, molestar a las personas y, posiblemente, crear una situación costosa para corregir si no se atiende rápidamente.
Las malas hierbas también pueden propagarse en forma de plantas dañinas como la hiedra venenosa, vegetación cubierta de espinas y las especies de plantas invasoras. Además de la amenaza obvia para la salud, estas plantas también generan daños estructurales, como enredaderas que empujan los canalones de los edificios o ensanchan pequeñas grietas en las paredes.
Factores que lo complican
Desde el uso de métodos tradicionales y arcaicos hasta ciclos fijos rutinarios y no optimizados, existen muchos problemas que entorpecen el manejo de vegetación en sistemas de distribución eléctrica:
Procedimientos manuales
En la mayoría de los casos, el manejo de la vegetación es un proceso manual que consiste en patrullas manuales para la inspección de árboles peligrosos, decisiones de poda y auditorías posteriores al trabajo. La escasez de mano de obra capacitada es una realidad, lo que conduce a la ineficiencia y al aumento de las interrupciones. Si hablamos de contratos de nivel de servicio, a menudo hay muchas órdenes de trabajo repetidas para actividades como poda, aplicación de herbicidas, mantenimiento de activos y similares.
Ciclos anuales fijos
Muchas empresas de servicios públicos dependen de los ciclos de recorte fijos tradicionales que generalmente varían entre 4 y 8 años. Se planifican ciclos de recorte y se otorga un contrato a nivel de alimentador, lo que genera mucha redundancia y una confiabilidad reducida. Estos recortes fijos cíclicos y repetitivos son, esencialmente, un método no optimizado de gestión de la vegetación. Hay casos en los que hay un mantenimiento excesivo en sitios con un crecimiento lento de la vegetación y viceversa.
Mala visibilidad de activos dispersos geográficamente
Resulta extremadamente difícil patrullar y monitorear cuidadosamente el crecimiento de la vegetación a lo largo de decenas de miles de kilómetros de líneas de distribución. Esto no solo implica una mala visibilidad del crecimiento de la vegetación y la salud de los activos, sino también de los peligros y riesgos a lo largo del tramo. Esto, a su vez, conduce a un trabajo de mantenimiento reactivo, el cual debe evitarse a toda costa.
Uso de tecnología rezagada
La renuencia de las empresas de servicios públicos a adoptar nuevas tecnologías es innecesaria. El uso de tecnología de teledetección, análisis predictivo e inteligencia artificial está revolucionando la gestión de la vegetación. Estas tecnologías ayudan a las compañías de servicios públicos a predecir el crecimiento de la vegetación con anticipación y ofrecer una visibilidad completa de los activos desde el espacio. La mala noticia es que muy pocas las están adoptando.
Costo
La gestión de la vegetación en sistemas de distribución suele representar la parte individual más importante de los presupuestos anuales de operaciones y mantenimiento. La conclusión es que los gastos anuales incurridos son muy altos y la mayoría de ellos no se pueden capitalizar. La mayor preocupación sigue siendo cómo pueden las empresas de servicios públicos reducir los costos y realizar un manejo de la vegetación más eficiente.
Tipos
El manejo de vegetación cubre un amplio espectro de actividades, cada una de las cuales suele ser específica de una situación particular. Estas son las que conforman un programa sólido:
Poda de árboles
Los árboles saludables crecen o tienen el potencial de crecer cerca de las líneas de distribución. Cuando esto sucede, los expertos determinarán cómo podarlos para desviar su crecimiento de estos activos, preservando su salud y la estructura a través de una poda direccional. Este método ayuda a alejar las ramas de las áreas de interés y reduce la necesidad de volver a hacerlo en el futuro cercano.
Eliminación de maleza
Los montones de maleza o de vegetación baja y seca son una fuente de preocupación cuando se acercan a las líneas eléctricas u otra infraestructura. La eliminación de maleza implica el uso de herramientas manuales para eliminar material inflamable como ramas caídas, follaje de árboles vivos, etc., y luego tratar el área para evitar que vuelva a crecer.
Control de vegetación
Para evitar que la maleza peligrosa vuelva a crecer en un área que rodea la infraestructura eléctrica, el control de vegetación a menudo implica el uso de herbicidas. Estos matan las plantas al interferir con sus funciones básicas, mientras que los métodos de control de maleza simplemente suprimen su crecimiento.
Eliminación de árboles
Si un árbol está dañado o no está saludable, y está ubicado dentro del alcance de una línea eléctrica, se elimina por completo. La remoción es esencial para evitar cortes, apagones e incendios forestales asociados con árboles que impactan en las líneas eléctricas.
Beneficios
Garantizar que se sigan las mejores prácticas de manejo de vegetación en sistemas de distribución eléctrica proporciona los siguientes beneficios:
Pestación de servicios
En primer lugar, mantener la vegetación bajo control alrededor de las líneas eléctricas asegura que no haya un corte del servicio.
Ahorro
Muchas empresas de servicios públicos gastan una gran parte de sus presupuestos en tareas de manejo de vegetación en estas áreas. Cuando tienen un enfoque proactivo, utilizan estrategias a largo plazo para gestionar la vegetación a través de:
- Controles químicos selectivos.
- Usar vegetación de bajo crecimiento para competir con otras especies.
- Controles mecánicos (siega, poda, etc.).
Estas prácticas mantienen bajo control los costos continuos de manejo de la vegetación, un ahorro que luego puede transferirse a los consumidores.
Seguridad
Los cortes de energía representan riesgos significativos para la seguridad; la vegetación que toca las líneas eléctricas provoca incendios forestales o la caída de estas. El crecimiento no controlado de plantas y árboles también da como resultado una proliferación de especies venenosas o invasoras. Además, las zarzas y la maleza son atractivos para plagas de insectos y algunos mamíferos.
Ayuda al medio ambiente
El control de la vegetación no solo reduce el potencial de peligros y proliferación de plagas, sino que también contribuye a un ecosistema sostenible para especies geográficamente diversas, incluidas aquellas que están en peligro o amenazadas. Algunas técnicas de manejo, como el control de malezas y los herbicidas, evitan la incursión de especies peligrosas e invasoras que erosionan aún más los hábitats naturales.
