¿Por qué es necesario que los negocios inviertan en un apartarrayos?
Con más de 100 millones de voltios de electricidad, un rayo tiene el poder para causar que las paredes de concreto exploten o se generen importantes incendios. Por supuesto, este fenómeno también puede llevar a la electrocución.
El costo de los impactos les cuesta millones de pesos a las empresas. Deducibles de los seguros, daños en los equipos y pérdidas en el inventario representan cuantiosas pérdidas.
La mayoría de los edificios contemporáneos están expuestos al daño de la caída de un rayo debido a sus múltiples entradas, el uso de componentes metálicos y los equipos tecnológicos que albergan. Si a esto agregamos el tiempo de inactividad que puede resultar de las fallas ocasionadas por una tormenta eléctrica, un incidente como este puede ser sumamente devastador.
Aquí es donde entran los apartarrayos, sistemas de protección contra rayos que pueden ser fácilmente instalados en cualquier edificio, estructura o instalación.
¿Quiénes necesitan la protección de un apartarrayos?
Debido a que las tormentas eléctricas ocurren, prácticamente, en cualquier lugar, todo edificio se encuentra en riesgo. Estos son algunos ejemplos:
- Parques industriales.
- Plantas manufactureras.
- Escuelas.
- Centros financieros.
- Hospitales.
- Instalaciones militares.
- Complejos deportivos.
- Refinerías.
- Corporativos.
Los sistemas de protección contra rayos certificados deben ser parte estructural de cualquier instalación comercial y pública. Estos son diseñados para maximizar la integridad de la estructura. Los factores de riesgo incluyen la frecuencia de las tormentas, la composición del terreno y la ocupación del edificio. Los anteriores determinan la necesidad del sistema.
¿Por qué es tan importante?
La función de un apartarrayos es interceptar, conducir y dispersar un rayo para que llegue a tierra de forma segura. Sin uno, el edificio, los sistemas electrónicos y la gente dentro se encuentran en riesgo. Aunado a ello, efectos secundarios como las sobretensiones transitorias pueden ser igual de catastróficos. Aunque visualmente no resultan obvios, el daño en los sistemas electrónicos puede llegar a ser extensivo.
El impacto de un rayo puede ocasionar incendios, explosiones, liberación de químicos peligrosos o disrupciones mecánicas. En seres vivos, las heridas pueden conducir a la muerte.
La inversión en este sistema protege la propiedad y los equipos. Además de la protección estructural, los pararrayos y supresores son dispositivos diseñados para resguardar los electrónicos ante cargas peligrosas. La tecnología combinada de protección estructural y contra descargas minimiza el daño y ofrece una defensa adecuada contra estos incidentes.
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Elementos de un apartarrayos
Hay cinco elementos que deben estar presentes para conformar un sistema de protección contra rayos efectivo. Los dispositivos de terminación de impacto deben ser los adecuados para aceptar la conexión directa con un rayo y tener un patrón para aceptar impactos antes de que alcancen los materiales de construcción aislados.
Los conductores de cable dirigen la corriente del rayo sobre y a través de la construcción, sin generar daño, entre las terminaciones de impacto en la parte superior y el sistema de electrodos de puesta a tierra en la parte inferior.
El sistema de electrodos de puesta a tierra debe dirigir eficientemente el rayo a su destino final.
La interconexión del sistema de protección contra rayos con los sistemas metálicos internos conectados a tierra debe acomodarse para eliminar el riesgo de que el rayo tenga un sideflash interno.
Los dispositivos de protección contra sobretensiones se instalan en cada entrada de servicio para impedir la intrusión del rayo en las líneas de servicio, lo que iguala el potencial entre los sistemas conectados a tierra durante estos eventos.
Cuando todos estos elementos son identificados apropiadamente durante la etapa de diseño, se incorporan en la instalación y no ocurren cambios durante la construcción, el sistema ofrecerá una protección adecuada.
Mantenimiento
Los componentes de la protección contra rayos están hechos de materiales que son resistentes a la corrosión para protegerlos de un deterioro acelerado. Bajo condiciones normales, no se espera lo anterior ni una oxidación temprana; sin embargo, la instalación inicial debe proveer la protección necesaria para asegurar su vida útil.
Un programa de inspección y mantenimiento se implementa para asegurar la efectividad del sistema. Una inspección visual se puede realizar anualmente valiéndose de una lista y la capacitación de los técnicos para realizar reparaciones menores, como accesorios sueltos, anclaje inapropiado y daño en cables expuestos o en los dispositivos de protección contra sobretensiones.
También es importante realizar pruebas cada cinco años, las cuales deben realizarse por empresas especializadas en mantenimiento.
Las inspecciones deben incluir revisiones visuales y pruebas de continuidad que verifiquen la efectividad del sistema completo, así como de puesta a tierra para validar la función de los electrodos subterráneos ocultos. De igual forma, un programa de aseguramiento de calidad diseñado para el mantenimiento elimina cualquier sorpresa que pueda tener consecuencias desastrosas.
Referencias: Lightning Protection Institute
ABB
