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El Código de Red, regulación que entró en vigor en el 2019, representa un cambio importante para la industria eléctrica de México. Con los nuevos estándares establecidos para mejorar la confiabilidad de los sistemas eléctricos, expandir la red y monitorearla en todo momento, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) pretende construir una mejor relación entre los generadores de energía y los consumidores para minimizar las fallas.

Sin importar que se trate de un edificio nuevo o viejo, los ingenieros eléctricos dependen de los diagramas unifilares para rastrear los componentes eléctricos y asegurar el mantenimiento adecuado y que se sigan las buenas prácticas. Como un mapa de la distribución eléctrica en una instalación, el esquema contiene los conductores, transformadores, dispositivos de protección y otros equipos y mecanismos de seguridad para ayudar en muchas áreas del diseño y mantenimiento, lo cual reduce la posibilidad de que haya una confusión.

La mayoría de las subestaciones eléctricas están diseñadas para exteriores. Las configuraciones pueden variar, y aunque los aisladores proveen la distancia de aislamiento adecuada para voltajes de funcionamiento normal, estos no disponen de la suficiente para que los animales no entren en contacto. Por ello, proteger una subestación eléctrica de fauna salvaje resulta una tarea muy importante.

Ya sea por una falla o por un desastre natural (huracán, tornado o sismo) la falta de energía puede ser devastadora para una empresa. Para fábricas, restaurantes, hospitales, escuelas, tiendas departamentales y más resulta esencial contar con una fuente de electricidad segura; de otro modo, sus equipos, productos y hasta ganancias podrían verse afectados en breve.

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